miércoles, octubre 25, 2006

El valor del diseño y su crecimiento en la Argentina

Fernando Descotte, Socio de Brion Arte Industrial y Martín Bosquetti, socio de Didimo estuvieron en Noavestruz para contar sus experiencias en los estudios de diseño en los que se desempeñan. Hablaron del auge del diseño en Argentina, el valor agregado que ofrece y el crecimiento que exhibe esta actividad.


En el día del diseñador gráfico e industrial, Noavestruz contó con la presencia de jóvenes exponentes del diseño argentino. Se trata de Fernando Descotte Socio de Brion Arte Industrial y Martín Bosquetti de DIDIMO.

Fernando Descotte trabaja en el área experimental de Brion, que se dedica al desarrollo de obras conceptuales que derivan en productos. Brion actualmente está exportando a Japón Sillones de Diseño. Martín Bosquetti junto con sus dos jóvenes socios decidieron dejar atrás sus trabajos en relación de dependencia y montaron su propio estudio de diseño industrial.
En los estudios de Radio El Mundo, Nino Fernández inició el diálogo con estos jóvenes emprendedores.

¿El diseño está en su mejor momento? ¿Es realmente un boom?

Martín Bosquetti: Hoy en día, de alguna manera, las empresas están empezando a ver al diseño como una herramienta diferenciadora de sus productos o servicios. Es una suerte para nosotros, que nos dedicamos a esto.

Fernando Descotte: creo que después del fenómeno de la música electrónica el diseño aparece como moda, al menos en Argentina. Además, hace un par de años el gobierno con el CMD, que es el Centro Metropolitano del Diseño que depende del Gobierno de la ciudad, le esta dando un poco más de fuerza porque creo que la idea es impulsar esos productos con valor agregado en Argentina. Los eventos que inducen al desarrollo del diseño generaron una movida interesante y lo que tiene de bueno más allá de los eventos que organizan, es la convocatoria que tienen; cada vez hay más gente que se fija en eso, o sea, uno provoca interés en gente que no está interesada en el diseño.

¿La evolución del diseño puede adjudicársele a un efecto de la crisis o es anterior?

Martín Bosquetti: No, creo que en el período de reindustrialización que se está viviendo tiene un panorama más favorable a lo que es inversión en diseño. Y creo que el boom se está dando un poco por lo que comentaba Fernando: hay movidas desde el gobierno que incentivan, eventos de los que participamos como el de Jóvenes Emprendedores. Es muy buena la postura que están teniendo, porque se puede ver desde el diseño como se puede empezar a aportar a una empresa o servicio. Esta etapa la veo favorable al diseño, tanto para el local como nosotros, o como en el caso de Brion, que tiene la posibilidad de salir al exterior y de colocar productos argentinos tanto acá como afuera.

Podría afirmarse entonces que más allá de que más que la crisis, el diseño está en su esplendor debido a la expansión de la actividad y al cambio de paradigma económico. El hecho de haber salido de la convertibilidad, de haber tenido un tipo de cambio más competitivo, la necesidad de competir con el exterior. ¿Cuáles son las fortalezas del diseño argentino?

Fernando Descotte: para mi, básicamente es el recurso humano, el diseñador, creo que hay muy buenos diseñadores. Quizás, lo que está sucediendo hoy, que tanto las empresas como el sector público dieron más apoyo, se puede empezar a ver más cosas en diseño. Es un sector que necesita de inversión o de empresas interesadas para poder surgir, porque si no hay inversión no se sale de una idea.

Uno puede decir que el diseño es todo aquello que agrega valor, que es innovador, que agrega a partir de la creatividad. Pero también hay capacitación, formación académica, ¿no es así?

Martín Bosquetti: la capacitación posterior siempre hace falta. De alguna manera uno sale de la facultad con las herramientas básicas como para poder ejercer, pero además uno va aprendiendo en el día a día a partir de los trabajos que va realizando y a partir de los eventos a los uno concurre. Cada cosa va aportando. A nosotros por ejemplo, nos pasó que la visión del negocio fue algo que no teníamos desde la facultad y tuvimos que salir a buscarlo de alguna manera. Entonces, estuvimos asistiendo a eventos en donde se brindaban un poco la información y lo mismo leyendo libros. Un poco por nuestra cuenta, un poco desde afuera; y a la vez consultando con profesionales encargados específicamente de otras áreas que quizás a nosotros no nos llegan desde la facultad.

Fernando Descotte: en mi experiencia de trabajar con diseñadores veo una falta de una visión comercial en el diseñador, que salen sin esa herramienta desde la facultad. Con la experiencia en este trabajo, el diseño en realidad es una pata para el negocio y la gestión también es muy importante; o sea, sino muere en una idea que no puede ser concretada. Por eso para mí es muy importante la gestión del diseño: si no hay una parte comercializadora no se llega a ningún lado.

¿Hay un buen y un mal diseño?

Martín Bosquetti: más allá de los gustos personales, creo que se puede ver al diseño como una herramienta que realmente aporte. Como una herramienta que dé soluciones, sin ver el lado comercial o económico. Pero también está la otra cara, que podría ser el diseño vendible. Creo que esas son las dos maneras.

Diego Mastrodicasa continuó el debate: estuvimos hace unas semanas en la conferencia que organizó la fundación Exportar de “Como exportar a Japón” donde Brion fue uno de los participantes. Actualmente, Brion exporta a ese país sillones de diseño placentero y el empresario que les está comprando decía “yo antes de conocer que en la Argentina había diseño, relacionaba a ese país solamente con Maradona y con el tango.” Fernando, ¿qué sentís al ser de alguna forma la avanzada nacional en la exportación de un producto de alto valor agregado como es el diseño?

Fernando Descotte: la verdad que poder exportar a Japón es un orgullo para nosotros porque es un mercado muy exigente y es un mercado que tiene acceso a todo; que se hayan fijado en nuestro producto nos pone muy contentos. El japonés tiene otra mentalidad, otra cultura y está acostumbrado a productos de calidad. Es un mercado con mucho poder adquisitivo, pero a su vez, es exigente y ellos pueden pagar algo bueno y van a querer algo bueno. Nuestra experiencia con exportaciones a Japón fue buena, y hubo más o menos un año de negociación. Por lo general el japonés es una persona que para cerrar un negocio se basa mucho en la confianza. Entonces si o sí tiene que haber un período de conocimiento mutuo para que se sienta cómodo y para que tenga la confianza para llevar adelante un negocio. Y la experiencia que tuvimos fue que en un primer embarque que tuvimos a Tokio, esta persona había contratado una auditoria externa para que haga una certificación de la calidad de los productos. Pasó esta auditoria externa, se certificó como que estaban aprobados en el nivel de calidad y cuando llegó a Japón, cuando el cliente vio los productos, no estaba de acuerdo en la calidad de los mismos.

A su turno, Nino Fernández siguió con la charla: ¿Que cosas objetaron por ejemplo?

Fernando Descotte: hubo un detalle puntual que me llamó mucho la atención. Estos sillones tienen unos 38 kilos y un metro diez de diámetro y para cargarlo se necesitan dos personas que lo agarren para que lo pongan en el paquete. Esta gente que agarra el sillón -que es de fibra de vidrio- lo agarró con las manos, lo pusieron en la caja y cuando llegó a Japón, nuestro comprador vió las huellas digitales en la cáscara. Para no creer, que te hagan un comentario como ese, además de que te digan que no esta en el nivel de calidad que están buscando. Después les explicamos que con un trapo se podía limpiar. Pero otro tema fue el cuero, porque este sillón es de fibra de vidrio tapizado en cuero natural, cuero de vaca y el cuero de por sí tiene algunas imperfecciones, es cuero de un animal y son cosas que uno no puede evitar y hasta ahí uno no puede estandarizar. Entonces le llamaba la atención que en diferentes sillones había marcas.

¿Cuáles son los límites en diseño? ¿Se debería tener un techo para cuestiones o valores morales éticos o estéticos?

Martín Bosquetti: creo que eso queda en la conciencia del diseñador más allá de cualquier otra cosa. El diseño es algo muy subjetivo, es algo que gusta o no gusta. Pero hay algo que es real y es que las cosas funcionan o no funcionan, aportan o no, y me parece que hay que analizarlo de esa manera. De repente, sí se podría poner algunas pautas, pero no veo un techo moral ni la forma de encasillarlo, porque es más bien como una impresión más que algo estructurado.

Fernando Descotte: creo que más allá de lo estético, la funcionalidad es fundamental, o sea, un diseño que no es funcional para mí es una pieza de arte más que diseño. Tiene que cumplir si o sí con una funcionalidad o aportar alguna solución para algo.

Martín, ¿cómo esta a nivel de emprendimiento de empresa Didimo?

Martín Bosquetti: nosotros hace 6 meses arrancamos. Cada uno tenía su trabajo bajo relación de dependencia, y decidimos volcarnos al objetivo de esa necesidad de emprender, de dedicarnos al diseño, y fue sin duda difícil al principio. Yo creo que lo que nos caracteriza hoy en día es la convicción y la actitud de generar un emprendimiento. Tener una metodología de trabajo, si bien concretamos ya ciertos trabajos con empresas y a pedido, pero estamos buscando pulir nuestra metodología de trabajo sin perder el foco hacia donde estamos yendo.
Ahora estamos trabajando nuestros objetivos a corto plazo, si bien nuestro lema es “trabajar a largo plazo”. Buscamos n diseño sustentable, que implica conciencia, hacer las cosas para un fin y que el diseño sea un aporte y no otra cosa.

¿Podrías dar ejemplos de dos productos que hayan diseñado?

Martín Bosquetti: desarrollamos frentes para una maquina de laboratorio, una maquina centrífuga trabajamos todo la parte del frente, la parte de comunicación y la parte operativa. Por otro lado, desde el punto de vista de comunicación, generamos puntos de venta, stands y al mismo tiempo, trabajamos junto con distintos ingenieros electrónicos. El trabajo interdisciplinario antes que nada. Y también mobiliario para un departamento.

Fernando, ¿cuáles son los próximos pasos de Brion Arte Industrial?

Fernando Descotte: nosotros trabajamos con un grupo de 10 diseñadores industriales y gráficos. Para la parte experimental ya hace unas semanas largamos una nueva temática, un punto en común. El sillón que estamos exportando se llama “gestación” y el que viene es “empatía”, que se puede ver en el Dorrego.

El diseño es una herramienta que conlleva a la innovación dentro de cualquier empresa. El valor agregado que aporta, sorprende no solo por la calidad de los productos que se obtienen, sino por la posibilidad de nuevas perspectivas.

Si quiere conocer más sobre estos estudios de diseño, puede ingresar en www.didimo.com.ar o en www.brionarteindustrial.com

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