sábado, febrero 10, 2007

Plan Fénix: En el 2010 la inversión estará en 28 por ciento del PBI

“Desde hace muchos años que no tenemos la posibilidad de decir que las manufacturas de origen industrial superan el 30 por ciento del total de las exportaciones argentinas”, dijo en nuestro programa el Dr. Leonardo Gak, rector del colegio Carlos Pellegrini y referente del Plan Fénix en el tema Pymes.
El invitado destacó además, que en la Argentina tiene que haber un Banco Nacional de Desarrollo y subrayó la necesidad de desagregar la inversión y no concentrarla en la construcción de viviendas de lujo.




¿Cómo ven la economía argentina, desde el Plan Fénix, este grupo que para muchos, reúne a los intelectuales más sólidos del ámbito económico y social del país?

Hay un proceso de crecimiento, de tasas altamente importantes en estos últimos cuatro años, que es para tener en cuenta. Es un punto de partida importante, donde la preocupación de todos es la continuidad de un sistema que permita, de alguna manera, corregir esta disyunción regresiva que hemos heredado después de más de treinta años.

En principio, la mirada es optimista, aunque también al mismo tiempo es una mirada cuidadosa, porque este crecimiento está apoyado en algunos temas puntuales y fundamentales. Uno de ellos, es el mantenimiento de esta relación entre el peso y las monedas extranjeras, para que siga aportando competitividad, tanto para las exportaciones como para las importaciones.

Por otro lado, no hay ninguna duda de que el tema de la inversión, al que apuntará este proceso de crecimiento, es una cuestión fundamental y, en este sentido, estamos muy contentos, porque cuando comenzamos con los primeros trabajos señalamos la capacidad de ahorro que tenía localmente el país. La realidad, ha mostrado que la Argentina tiene un proceso de inversión-ahorro y ahorro-inversión, realmente significativo. Seguramente para el 2010, podremos llegar a una inversión equivalente a 28 por ciento del PBI, una cifra que permitiría seguir manteniendo un crecimiento, que estimamos que va a continuar por arriba del 7 por ciento. Recientemente hemos presentado un trabajo sobre lo que sería nuestro proyecto de plan estratégico hasta el 2010, y ahora estamos trabajando sobre el proyecto 2010- 2016, donde ahí entran a “jugar” algunos factores exógenos que son difíciles de prever.


Hablando de factores exógenos, desde la ortodoxia se suele decir que buena parte de este desempeño de la economía se explica a partir de los precios internacionales que, por supuesto, son favorables ¿Ustedes ven esto como un elemento excluyente o existen otras cosas que ayudan?

Por un lado, creemos que no hay motivación externa que haga pensar en alguna caída fuerte de los precios, de los puntos primarios, sino por el contrario, porque si Estados Unidos va a destinar buena parte de su producción maicera a la producción de combustible, es lógico que vaya a faltar maíz.

Otro punto importante, es la creciente participación de los productos industriales y agropecuarios. Desde hace muchos años que no tenemos la posibilidad de decir que las manufacturas de origen industrial superan el 30 por ciento del total de las exportaciones argentinas. Claramente las importaciones están por encima de las exportaciones, por eso hay que tener en cuenta un control razonable de los productos que se importan, y a algunos se les debería limitar el ingreso, ya que son productos que podríamos producir nosotros.


¿Eso se arregla con cambios en la política de comercio exterior, o con la Aduana?

Con ambas cosas. Hay algunas cuestiones muy importantes, como es el desarrollo de la minería, en donde todos los proyectos actuales tienen características muy diferentes a las que había hace 15 años, sobre todo en inversiones muy grandes a “cielo abierto”, que al argentino le dejan poco y nada.

De modo que esto requiere una revisión de todo, de la ley que sacó el gobierno de Menem, en 1994, que realmente es escandalosa, en donde los productos se van sin valor agregado.

La Aduana tenía un laboratorio con el cual se determinaba el contenido de oro, cobre o plata que tenía la exportación minera y la desactivaron. Recién ahora, después de cuatro años de este gobierno, se volvió a restablecer.


A propósito de Menem, se ha dicho que el aumento del gasto, cuando apuntaba a su reelección, empezó a marcar la declinación del Plan de Convertibilidad, que también venía con altas tasas de crecimiento. Se puede descartar que el aumento del gasto en este momento, se convierta también en un factor de riesgo, más allá de que también aumente la recaudación...


Sí, pero eso estaba basado en las ventas financieras, no en la producción. Y ese es un cambio cualitativo sumamente importante. Yo no veo que haya un incremento en el gasto, salvo que algunos consideren que mejorar la educación o la industria, sea un gasto.

Me parece que la inversión pública, la inversión del Estado, no alcanza los valores que debería alcanzar. Trabajamos con un sistema regresivo en materia tributaria y estamos con un proceso delimitado de bienes. Son preocupantes los niveles del gasto, pero, de todas maneras, la recaudación es positiva.


Ud. se refirió a la educación y a la inversión y, hace unos días, se publicó en un matutino la falta de recursos humanos profesionales en las distintas ramas de los sectores industriales. El ministro de Educación dijo que si antes era la época del ingeniero taxista, hoy es la época del ingeniero ausente ¿Cómo se resuelve ese conflicto?

No de esta manera. La educación ha sido dejada de lado muy fuertemente. En la vida moderna, el ser humano aprende constantemente por distintos medios y ningún niño entra a la escuela sin algún tipo de conocimiento, ya sea por la televisión o el contacto con sus compañeros. Lo que tenemos, evidentemente, es un sector importante, que va a ser muy difícil que se pueda integrar al proceso productivo. Hay que ofrecer las posibilidades para generar interés por la docencia. Votamos para que la escuela secundaria sea obligatoria, pero eso requiere una formación docente muy importante, y si no generamos mecanismos de interés, no solo por la retribución, sino también por la reacomodación social, por las condiciones de trabajo, va a ser muy difícil poder resolver ese problema.


Según el Estudio Orlando Ferreres y Asociados, en diciembre pasado se invirtieron 4.214 millones de dólares, el 60 por ciento de los cuales correspondió a la Construcción. ¿Qué comentario le merece la información?.

Hay que desagregar la inversión, porque una inversión dedicada a la construcción de viviendas de lujo, o para sectores de grandes recursos, no resuelve el problema social que es bastante importante. Otro de los aspectos es que, evidentemente, las inversiones en minería, son muy importantes, pero en definitiva al país no le queda nada.


¿Cómo ve en general la competitividad de las Pymes industriales, en la actualidad?

Nosotros le damos absoluta prioridad al desarrollo industrial de pequeñas y medianas empresas, por dos razones muy elementales y muy conocidas: son las que proveen y requieren mayor mano de obra y son las que están más comprometidas en lo que se refiere a la capacitación en tecnología. Si tenemos en cuenta que la Argentina es el país “más extranjerizado del mundo”, en materia de producción por la presencia de filiales de diferentes empresas, es evidente que hace falta tener un banco de desarrollo que permita que las empresas accedan a un sistema de financiación más fácil. El BICE (Banco de Inversión y Comercio Exterior), es un banco especializado que podría incorporarse, por la presencia que tiene en todas las provincias, y tendría que ampliar su funcionamiento, porque en realidad nació como un banco de promoción originalmente dirigido a las exportaciones.

Uno de las limitaciones que tienen las pequeñas y medianas empresas, es no tener el patrimonio necesario que pide cualquier entidad financiera para otorgar un préstamo. Habría que generar un mecanismo que utilice más la evaluación del proyecto, que la situación patrimonial...


Hace unos años, Martín Redrado, el presidente del Banco Central, propuso que los bancos, a la hora de prestarle a las Pymes, tuvieran más en cuenta el negocio por delante que los antecedentes de las empresas. Porque si seguían mirando para atrás no le podían prestar a nadie...

Esto por supuesto que no se ha puesto en práctica, porque si uno analiza los volúmenes con que opera todo el proceso económico en materia de créditos, se da cuenta de que solamente hay créditos concentrados en los bancos que trabajan con el Estado y las empresas. Porque los bancos “escuchan” pero se guían por sus criterios propios. Y sino, miremos este famoso proyecto de posibilitar el acceso a la propiedad por parte de los inquilinos, en el que la realidad es otra, porque la tasa de interés y los requerimientos, hacen que ningún inquilino pueda pagar, con el precio del alquiler, una cuota que le permita tener una propiedad similar a la que esta ocupando.


Lo mismo que dice Usted lo sabe el Gobierno, la Sepyme… Ellos miran más los proyectos, que los antecedentes de las empresas ¿Cuándo se dejará de decir “vamos a…” para que realmente se vea el crecimiento?

Si uno se fija en algunos parámetros, tales como el mejoramiento en la distribución del ingreso, el aumento de los salarios, la consolidación del mercado interno, o una actitud activa en materia de comercio exterior, que supone tener cotización de la moneda extranjera en forma competitiva, para sostener eso, hacen falta varias cosas. En el mundo, no hay un país que haya crecido seriamente y en forma continua sin un sistema financiero que lo apoye. Y aquí el crédito todavía no se ha expandido lo suficiente...

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