lunes, enero 01, 2007

El nuevo Código Urbano porteño y sus consecuencias

Más de 11.000 industrias radicadas en la Capital Federal podrán regularizar su situación. Esto será posible gracias a los cambios realizados al Código de Planeamiento Urbano. Gustavo Svarzman, ex secretario de Producción del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, se refirió en Noavestruz a los alcances de la modificación de la normativa.


El Poder Legislativo de la Ciudad de Buenos Aires aprobó por amplia mayoría la ley que modifica al Código de Planeamiento Urbano Porteño.
Gustavo Svarzman, ex secretario de Producción del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, fue uno de los funcionarios que había impulsado con fuerza la nueva normativa. En diálogo con Nino Fernández, amplió los detalles de esta modificación.


¿Por qué era necesario cambiar el código de planeamiento urbano de la ciudad?

Desde el punto de vista estrictamente productivo, la cuestión más sencilla tiene que ver con que el código de planeamiento (el cuadro de usos o habilitaciones para actividades productivas en la Ciudad) databa de 1977. Pasados ya treinta años, está bastante claro que el concepto de lo que era industria, ruido, contaminación y molestia a los vecinos se modificó fuertemente después de tanto tiempo.

Por otro lado, los cambios se deben a que el código, por distintos motivos, no reflejaba situaciones reales. Una gran cantidad de industrias estaban en condiciones de infracción por diversas razones y hacía falta dar alguna solución a este tipo de situaciones.


O sea que ahora la Ciudad de Buenos Aires va a promover la radicación de nuevas industrias y a su vez a permitir la expansión de las mismas…

Por un lado, esto va a facilitar las condiciones para la regularización de una parte importante de las industrias que estaban en condiciones no del todo claras de funcionamiento. Y por el otro lado, va a permitir la expansión de algunas industrias que en los últimos años han tenido procesos muy importantes de crecimiento y de actualización tecnológica.

Lo que deberíamos aclarar es que no es para cualquier tipo de industrias, sino para aquellas que cumplan con determinadas pautas y parámetros que deberán ser reglamentados y explicitados por la autoridad de aplicación. De esta manera, se facilitará una convivencia armónica con los vecinos. La Ciudad de Buenos Aires es, en muy buena medida, una “ciudad dormitorio” en la cual viven los vecinos y requieren determinadas condiciones para poder hacerlo de manera adecuada.


¿Cuáles son las grandes condiciones para incorporarse a esta nueva realidad? Porque supongo que no pueden ser contaminantes, tanto desde el punto de vista auditivo como desde el punto de vista ambiental…

Exactamente, hay que cumplir con las pautas ambientales, que incluyen contaminación, ruido y tráfico. Por ejemplo, las empresas que tienen mucho volumen de carga y descarga, tradicionalmente realizan esta tarea en la puerta, en la calle o en la vereda. Una de las cosas que se establece es que todo este tipo de actividades no pueden hacerse en lugares públicos. Estas cuestiones tienen que estar explicitadas en la habilitación nueva o en la rehabilitación de las plantas existentes.


¿Habrá un organismo o entidad que se encargue de regular estas nuevas industrias, e incluso, de regular los permisos?

Sí, es así. Hasta donde yo sé, son varias las dependencias de Gobierno que tienen incumbencia en la emisión de determinado tipo de certificados. Vigilan el cumplimiento de las pautas, las normas y la reglamentación en las distintas cuestiones que tiene que ver con la industria.


¿Esto incluye a todos los barrios de la Ciudad o hay algunos que ya están excluidos?

Hay algunos que están expresamente excluidos por cuestiones de zonificación. Son barrios estrictamente residenciales como Villa Devoto, Villa Urquiza y por supuesto, la zona Centro. En ese tipo de barrios no está permitido prácticamente ningún tipo de actividad industrial.

Otra cuestión que me parece importante destacar tiene que ver con que, en muchos casos, había establecimientos productivos a los cuales no se les permitía, por ejemplo, la incorporación de una propiedad lindera o de una máquina que iba a demandar determinado tipo de potencia eléctrica. A partir de esto, hay algunas condiciones y regulaciones que permitirían a las empresas poder ampliarse y diversificar su actividad.

En muchos casos, por ejemplo, había fábricas que como no podían incorporar propiedades linderas estaban diseminadas en tres o cuatro cuadras a la redonda. Debido a esto, tenían una penalización de costos importantes de traslado. Una parte de la planta estaba dos cuadras del otro lado. Esto implicaba transporte, tiempo, seguridad para el traslado de mercadería, etc. Las nuevas modificaciones van a facilitar, no de un día para otro, sino en algún tiempo, que las fábricas puedan racionalizar su actividad.


¿Tiene alguna contra la nueva normativa?

Hay que poner mucha atención en que se cumplan estrictamente las cuestiones que hacen al cumplimiento de las pautas ambientales de ruido y de tráfico. En muchos casos, -no sólo en la Ciudad sino en la Argentina-, los problemas que hemos tenido no han estado en la letra de la ley o la normativa, sino en la implementación concreta. Se trata de cuestiones que no se han hecho adecuadamente, en habilitaciones que no han sido todo lo regular que deberían haber sido o en controles que no se realizaron.


¿Cuándo entra a regir este código?

Entiendo que todo esto requiere una reglamentación por parte de la autoridad de aplicación. Falta una reglamentación general de las cuestiones específicas como cuáles son los controles, cuáles son los certificados y cuáles son los trámites. Supongo que esto va a llevar algunos meses, pero me parece importante que se haya podido aprobar con el consenso de prácticamente todas las bancadas y con el consenso de una parte muy importante de la sociedad civil.

Creo que es importante destacar el trabajo de muchas organizaciones sociales que van desde el Centro Argentino de Ingenieros, la CAME, la Unión Industrial Argentina, la Universidad de Buenos Aires hasta algunas personalidades vinculadas a la actividad productiva y varias ONG´s. Todas lograron armar un dictamen de mayorías, y a partir de esto, poder dar respuesta a algo que los empresarios de la Ciudad venían demandando desde hace mucho tiempo.

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