viernes, enero 19, 2007

El Conicet apoya a las Pymes del sector productivo

Desde el año 1984, el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) asesora a nivel científico - tecnológico a aquellas empresas que lo necesiten. En diálogo con Noavestruz, el Dr. Mario Latuada, vicepresidente de Asuntos Tecnológicos de esa entidad, explica cuáles son las condiciones y los beneficios para aquellas pequeñas y medianas empresas que quieran participar de sus programas.

¿De qué forma está apoyando el Conicet a la actividad productiva?

En los últimos años hemos desarrollado una serie de instrumentos para cooperar con el sector productivo. Quizás todavía tengan poca difusión, sobre todo en el sector Pyme, porque las grandes empresas están más informadas o tienen un área con la cual se interactúa más asiduamente.

Una de las propuestas, es el asesoramiento sobre desarrollo tecnológico que puede brindar un investigador en forma individual a una empresa.

Además, hay servicios tecnológicos de alto nivel, que son los prestados con un equipamiento y un desarrollo que no se encuentra en cualquier proveedor de servicios del medio productivo. Para esto, hay alrededor de medio centenar de centros de desarrollo tecnológico y de investigación que pueden brindar este tipo de servicios.

Por otra parte, hay convenios que se llevan a cabo en conjunto con las empresas para el desarrollo de algún proceso o producto. Para eso, se encuentran el investigador y los representantes del Conicet y la empresa, para ver qué necesidades tienen, cuáles son los aportes que cada uno puede hacer y cuáles serán los beneficios que tendrán las partes una vez que se consiga ese desarrollo.

También hay una instancia novedosa, que apunta principalmente al sector de pequeñas y medianas empresas: Los "Becarios de empresa" son jóvenes profesionales que se forman a nivel de doctorado en proyectos que le interesen a la empresa. Son becas a cinco años que paga el Conicet y la empresa en partes iguales.

¿Y qué tipo de servicios brindan?

La idea es formar un recurso humano que después puede quedar en la empresa o en el Conicet, una vez que la persona obtiene su doctorado.

El otro caso es el de un investigador que puede estar hasta cuatro años en una empresa desarrollando los procesos o productos que le interesen a la compañía. El Conicet le paga el sueldo y la empresa debe pagar un 50 por ciento de plus sobre el salario que percibe el investigador. A los cuatro años, el investigador puede renunciar al Conicet y quedarse en la empresa, o volver al sistema científico tecnológico y luego apuntar a otra empresa. En los desarrollos que se hagan, de acuerdo al aporte de cada una de las partes, se distribuirán las utilidades o derechos que puedan surgir.


¿Para qué áreas está especialmente recomendado los servicios del Conicet?

No hay limitaciones en las áreas. Fundamentalmente, a lo que se apuesta es a que sean desarrollos innovadores, que permitan generar valor agregado, que sean nuevos procesos o nuevos productos.

El Conicet es, por tradición, muy fuerte en el área de farmacéutica y biomédica, pero se desarrolla en todas las áreas disciplinarias. Hoy tenemos profesionales trabajando en nanotecnología, en biotecnología, en ciencias agropecuarias, en productos veterinarios, en energía, y hasta en la producción de los satélites en los que trabaja la gente de INVAP.

Lo que pedimos habitualmente es que se comuniquen con nuestra dirección de vinculación tecnológica, a través de la página web del Conicet, para obtener asesoramiento en función de las necesidades. Hoy hay casi 5000 investigadores del Conicet en todas las disciplinas, más otra cantidad de becarios. Además, hay casi 12 mil personas dedicadas a la investigación y al desarrollo tecnológico en la Argentina que seguramente van a poder aportarle alguna ayuda a las Pymes.


¿Qué servicios brinda el Conicet a las empresas que quieren desarrollar proyectos biotecnológicos?

Un ejemplo son las vacas clonadas, producidas en laboratorios para generar
hormonas de crecimiento. En estos laboratorios, que forman parte de la empresa Bio Sidus, han participado investigadores del Conicet. Otro ejemplo se relaciona con producciones a partir de alimentos bióticos, con una de las empresas lácteas del país. Como estos hay muchos ejemplos para dar.

Para los microemprendedores estamos trabajando con la Universidad del Litoral y con el Gobierno de la Provincia de Santa Fe en el desarrollo de empresas incubadas y luego, después del periodo de incubación, en la instalación de esas empresas en el Parque Tecnológico Litoral Centro de la ciudad de Santa Fé.

En todos los países del mundo, las Pymes recurren al Estado y al sector científico-tecnológico porque no tienen ni capacidad financiera ni técnica para desarrollar ese tipo de proyectos.

Además, hoy hay otra cantidad de instrumentos que ayudan a esa vinculación, como los Proyectos Fontar, que da la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica.

O sea, que hay una serie de instrumentos que se pueden aprovechar para potenciar el crecimiento del sector científico-tecnológico y un modelo de desarrollo que la Argentina debería promover intensamente, que precisamente se asienta en las pequeñas y medianas empresas.

PARA CONTACTARSE CON EL CONICET, PUEDEN COMUNICARSE AL 4953-7230 O INGRESAR A LA PÁGINA WEB DEL ORGANISMO:
CONICET

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