martes, marzo 13, 2007

Banco de Valores y el acceso de las Pymes al mercado de capitales

En la primera parte de la entrevista con No Avestruz –Pymes y emprendimientos– Jorge Sáez, gerente de Mercado de Capitales del Banco de Valores, habló sobre las ventajas, procedimientos y formas de acceso a las obligaciones negociables (ON), una alternativa de financiamiento al habitual crédito bancario. Según Sáez, las ON son “una decisión estratégica” fundamental para el año 2007 ya que permitirán “que las Pymes puedan aumentar su capacidad de producción, refinanciar sus pasivos y atender sus proyectos de inversión”.



¿Qué son y cómo funcionan las Obligaciones Negociables?

Son instrumentos financieros típicos de los mercados de capitales con los que pretendemos ayudar a las Pymes para que tengan una alternativa de financiamiento, al tradicional crédito bancario. Es simple aunque muchos empresarios, particularmente los de las Pymes, lo desconocen. Es una alternativa para que las Pymes puedan aumentar su capacidad de producción, refinanciar sus pasivos y atender sus proyectos de inversión. Y esto es clave para el año 2007.


El tema de la inversión es crítico para este año, habida cuenta de que muchas Pymes están con su capacidad de producción al máximo y van a tener que invertir para mejorar la productividad y competitividad, no solo para salir al exterior, sino para contener la inflación. ¿Cuáles son las ventajas y desventajas que tienen las Pymes de colocar un papel de este tipo en el mercado de valores?

Lo más importante es que los empresarios de las Pymes sepan de qué se trata el mercado de capitales. En este tipo de mercado existe una “desintermediación” financiera, en donde las compañías, toman el ahorro público directamente de las empresas y el inversor, con sus ahorros, elige dónde invertir su dinero.

Nosotros posibilitamos que se estructuren operaciones en el mercado de capitales, que permitan que el ahorro de la gente esté a disposición de la producción del país. Para esto está la ingeniería financiera y “juegan” todas las instituciones del sistema bursátil: la Bolsa de Comercio, el Mercado de Valores de Buenos Aires, la Comisión Nacional de Valores, las leyes, las normas, los agentes y sociedades de bolsa y los inversores.

Las empresas tienen la posibilidad de lograr una alternativa de financiamiento, complementaria al crédito bancario, que en muchos casos es más eficiente y accesible que aquel.

Nosotros pensamos que este año las compañías van a necesitar una estrategia financiera que esté dada por instrumentos de corto, mediano y largo plazo, pero con un fondeo diferente, para acceder directamente al ahorrista. Y para eso, una empresa tiene que hacerse conocer, no solo a través de sus productos, sino a través de la regulación que existe en la Bolsa de Comercio y en la Comisión Nacional de Valores, para poder cotizar en Bolsa.

Incursionar en el mercado de valores no es para cualquier Pyme, porque es necesario por ejemplo operar en “blanco”, tener todo en regla y es sabido que muchas veces las Pymes carecen de esa condición....

Técnicamente todas las empresas están en condiciones de acceder al mercado de capitales. No es una operación tradicional de crédito bancario, es una decisión estratégica en donde la empresa tiene que estar preparada para cumplir con ciertos requisitos de Bolsa que son mucho más flexibles que aquellos que se les exigen a las compañías más grandes.

Hay beneficios impositivos y en tasas de interés y es un ejercicio para el cual el Banco de Valores, los agentes de Bolsa, el Mercado de Valores de Buenos Aires, las calificadoras de riesgo, están para ayudar a las empresas a “ponerse en forma para correr esta maratón”.


¿Cuáles son las tasas y plazos que se manejan?

Si bien el fondeo en el mercado financiero es uno solo, el tipo de inversor es diferente. En este caso, se recurre directamente a personas físicas, inversores institucionales como las AFJP, compañías de seguros o fondos comunes de inversión. Se parte de una estructura diferente a la de las operaciones de crédito tradicionales.

Nosotros preparamos a la compañía para darle a la obligación negociable una estructura sólida que permita garantizar el pago en el tiempo y forma establecidos, de acuerdo con las condiciones del mercado, y así obtener la menor tasa de interés posible.

Cuanta mayor seguridad se le ofrece al inversor, mayor disposición tiene éste para poner el dinero a menor tasa de interés. Y esto es diferente a lo que sucede con los créditos bancarios, en los que se piden determinados requerimientos y el Banco toma el ahorro público y lo “represta” a las compañías con un spread.

La tasa es la que el inversor está dispuesto a dejar su dinero; es la tasa que paga la compañía. Para eso, nosotros acompañamos a las Pymes para que puedan instrumentar obligaciones negociables con una garantía, que puede ser a través de un fideicomiso que tenga en su activo subyacente contratos que posea la compañía con otros clientes, o les proveemos un aval a través de una SGR. Nuestro grupo tiene una SGR muy competitiva y hemos hecho varias transacciones exitosas.


¿Cuáles son los sectores a los que el instrumento les viene “como anillo al dedo”?

Se puede ayudar a acceder al mercado de capitales a las Pymes que están vinculadas a la industria y al comercio exterior. Después, pueden sumarse los demás sectores, pero creemos que, hoy particularmente, los que más necesitan aumentar su capacidad de producción, ya que realmente contribuyen al crecimiento del país, son los rubros de la industria manufacturera.


¿Cuáles son las condiciones para acceder?

Nosotros preparamos a la compañía para cumplir con todos los requisitos de la Bolsa y de la Comisión Nacional de Valores. Ayudamos al empresario a llenar el formulario, diseñamos el instrumento financiero (estructura, plazo, tasas) y luego hacemos un sondeo para salir al mercado. Después, hacemos reuniones con la empresa y los inversores, para que ellos conozcan a la compañía.

Y esa es otra de las diferencias que existen con el sistema bancario, ya que en el mercado de capitales, el inversor se fija mucho en la estructura, cuerpo gerencial y accionistas de la compañía, así como también en la calidad y participación de los productos y servicios en el mercado. Entonces, en esas reuniones se les explica a los inversores en qué consiste la empresa, hacia dónde va y qué es lo que va a hacer con el dinero.

Luego, durante diez días, los inversores consideran lo hablado en las reuniones, y dicen cuánta plata y a qué tasa quieren poner su dinero. Y así termina el periodo de suscripción. Entonces nos juntamos con la empresa, le contamos lo que decidieron los inversores y, si el empresario está de acuerdo, se cierra la operación, se emiten y entregan los bonos a los inversores, quienes otorgan el dinero y nosotros se lo damos a la compañía.

Ver 2da. parte de la nota a Jorge Sáez

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