ADIMRA beca a futuros ingenieros

En diálogo con No Avestruz –Pymes y emprendimientos- el ingeniero Ángel Castaño, director del Instituto de Actualización Empresarial de ADIMRA, (Asociación de Industriales Metalúrgicos de la Argentina) habló sobre las becas que esta entidad le otorgó a estudiantes secundarios de distintas provincias, para que pudieran continuar su formación universitaria en el campo de la ingeniería, o en carreras relacionadas a esa rama del conocimiento.

¿Qué es y cómo funciona la iniciativa?

Esta iniciativa surge desde el sector metalúrgico y metal-mecánico y tiene un doble sentido: por un lado, incentivar el estudio de carreras de ingeniería, o que sean afines al sector y por el otro, que quienes puedan acceder a este beneficio, sean aquellos que, teniendo una capacidad demostrada a través de sus estudios secundarios, tengan dificultades económicas y necesiten de nuestro apoyo.

Esto nos dio la posibilidad de entregar siete becas a estudiantes de la Ciudad de Buenos Aires y provincias tales como Córdoba, Santa Fe, Buenos Aires y Entre Ríos.

El requisito era que tuvieran un promedio mínimo en sus estudios que alcanzase los 8 puntos, y además se les exigió una dedicación muy fuerte, o sea, que no trabajaran, ya que nosotros los vamos a apoyar para que puedan estudiar exclusivamente durante el transcurso del primer año.


¿La ayuda luego se extiende durante toda la carrera?

Exactamente. Empezamos evaluándolos año a año, y durante ese tiempo demuestran la capacidad que tienen para encarar la carrera. También, tienen un tutor que nosotros les asignamos, que es un profesional y además un empresario de la zona en la que están estudiando, para que les dé apoyo, los siga en sus estudios y durante el verano, les de la oportunidad de hacer una práctica en alguna empresa del sector.


¿La beca va estar disponible todos los años?

Ese es el proyecto. Esperamos que los recursos que tenemos ahora se mantengan y garanticen la continuidad.


¿Por qué es importante la figura de un ingeniero en una Pyme?

El punto de partida de una empresa, es tener un buen diseño del producto y el ingeniero, si es electromecánico, contribuye para eso. Por supuesto, que después está el proceso de fabricación, donde aparece la necesidad de fijar condiciones de trabajo de los equipos y de estudiar los procesos. Ahí puede haber ingenieros industriales e ingenieros mecánicos. También hay ingenieros que pueden trabajar en el asesoramiento del cliente en cuanto al uso de un determinado producto. La figura del ingeniero aparece en múltiples lugares y se transforma en un modelo importante para la pequeña empresa, aunque a veces, en este tipo de compañías, suele presentarse el problema de no tener la posibilidad de incorporar a un ingeniero dentro de su planta.


¿Usted percibe que se pasó de la etapa de “ingenieros taxistas” a una etapa en la que faltan ingenieros en las empresas?

Totalmente. Sobre todo porque hay especialidades en las que realmente hay una falencia total. La ingeniería mecánica llegó a perder el 70 u 80 por ciento de sus matrículas.

Durante un determinado periodo de años, se han recibido muy pocos ingenieros y, se ha roto la cadena de aprendizaje dentro de la empresa. Este es un tema que denota gravedad y con sobradas razones: Nadie quiere estudiar sabiendo que quizá luego no va a poder ejercer.


Justamente, a erradicar eso apunta la iniciativa de ustedes, por demás ponderable, que debería tratar de replicarse.

Eso es lo que estamos intentando. Este proyecto se tomó como una “prueba piloto”. Estamos tratando de entusiasmar a más gente para que se plieguen a esta iniciativa.

Entrar en contacto con estos chicos, es un motivo para entusiasmarse y brindarles apoyo, porque aparte de ser brillantes, representan el esfuerzo que hicieron sus familias para que ellos pudieran completar sus estudios secundarios.


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