lunes, abril 16, 2007

Se necesitan políticas de apoyo a la biotecnología

Ricardo Ferraro, ex miembro del directorio del INTI y ex funcionario de la Subsecretaría para la Pequeña y Mediana Empresa de la Nación (SSEPYME) estuvo en No Avestruz –Pymes y Emprendimientos- hablándonos acerca de la realidad de la biotecnología y de los emprendimientos del sector.
Ferraro quien es coautor del libro La ciencia es negocio: manual para emprendedores biotecnológicos, dijo, entre otras cosas, que "la realidad es que no hay una política gubernamental sólida, amplia y variada para apoyar al desarrollo biotecnológico" (en la Argentina). Aunque, desde el mundo empresarial, hay una continua tendencia positiva hacia el "aumento de inversiones en estudios y tecnología", añadió.


¿Coincide con la lectura optimista que hacen los especialistas en relación a la biotecnología en la Argentina?

Hay que basarse en ese optimismo para avanzar con hechos concretos. Hace unos años no sólo no pasaba nada, sino que hasta parecía absurdo imaginar algunas cosas. El hecho de que los mayores "sojeros" argentinos piensen en hacer grandes inversiones, como las que están haciendo en Rosario…


¿A qué llama "sojeros"?

A los productores, que conforman 126 empresas, de las cuales 125 son Pymes. Están arrancando con Bioseres, que es una inversión en investigación y desarrollo de biotecnología. Esto ha pasado muy pocas veces en el país, ya que no es frecuente que alguien a quien le va muy bien en un negocio, relativamente tradicional, realice este tipo de inversiones. Aunque, obviamente, el grueso de las inversiones sigue siendo de Monsanto...


Qué, obviamente, obtiene muy buenas regalías…

Claro, lleva buenas regalías, pero por otro lado hace buenas inversiones. Hace poco estuve revisando las cifras y las inversiones en investigación y desarrollo de Monsanto, son equivalentes a las de la República Argentina, y hasta un poquito más.


¿Cuáles son los pilares de estas expectativas positivas?


Tenemos una buena historia biológica, en el sentido de estudios realizados sobre esta problemática. Tenemos tres premios Nobel argentinos, y se ha creado escuela con lo que hoy es el Instituto Leloir, y lo que fue en su momento la Fundación Campomar, de donde salió una generación de muy buenos biólogos. Y además, están los laboratorios en la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA, o en la Universidad de Tucumán. Hemos tenido muy buenas escuelas, con excelentes maestros y alumnos.


En este momento, ¿existe una política de promoción para la biotecnología?

La realidad es que no hay una política sólida, amplia y variada para apoyar el desarrollo biotecnológico. Falta un apoyo orgánico con diferentes herramientas y que no sea como hoy, que el grueso del quehacer de investigación científica es alentado por concursos de apoyo financiero.


¿Cuáles son las ventajas de aplicar procedimientos biotecnológicos, por ejemplo, en cultivos como el del arándano o la caña de azúcar?

El ejemplo de la soja es muy bueno. Son garantías de calidad y homogeneidad. Después cabe discutir algunas facetas peligrosas o negativas que puede tener eso. Cuando aparecieron los primeros plantines, hechos de eucaliptos, con herramientas biotecnológicas, se planteó muy rápidamente que cuando venía una plaga se los comía a todos por igual. Esto es, fundamentalmente, un muy buen negocio para quienes dominan no sólo la biotecnología y la producción de semillas, sino también para los agroquímicos. Esa es una tendencia que se ve en todo el mundo, donde hay cada vez más unión entre empresas farmacéuticas, con las de agroquímicos y semilleros. Lo que se llama la "biotecnología verde" está cada vez más en manos más fuertes, más poderosas, y con las cifras que obtienen, que garantizan fuertes réditos, es muy difícil ponerse a discutir. Por otro lado, al chacarero que le arriendan por sumas que nunca imaginó sus 50 ó 100 hectáreas para hacer soja, es difícil explicarle qué es lo que puede pasar dentro de cinco o diez años si se dan los peores augurios. Mientras tanto, tiene que dejar todo eso de lado.


Claro, mientras tanto está produciendo y ganando bien… ¿Es posible, de alguna forma, concebir un nuevo modelo productivo a partir de la biotecnología, sobre todo pensado en las zonas más rezagadas a nivel económico?

Es complejo. Una biotecnología bien desarrollada no alcanza para eso. Hay una gran cantidad de cosas que hacer. Hay una frase que me gusta mucho, que pertenece a un biofísico argentino que trabaja en México, y que asegura que "los países que dicen que apoyan a la ciencia y a la tecnología demuestran que no entienden nada". ¿Por qué? Porque no hay que apoyar a la ciencia y la a tecnología, sino que hay que apoyarse en la ciencia y la tecnología. O sea, todo queda en función de las políticas que se implementen alrededor del tema.

Ver 2da. parte de la nota a Ricardo Ferraro

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