jueves, diciembre 21, 2006

Un empresario que defiende la industria nacional

Aldo Avalle, titular de Transmisiones Mecánicas S.A., visitó los estudios de Radio el Mundo y explicó en Noavestruz cómo lucha sostener su empresa a pesar de la competencia desleal instrumentada por China.


Uno de los objetivos centrales de Noavestruz es mostrar cómo les va a las Pymes en líneas generales. Consideramos importante hacer un monitoreo de las realidades individuales y sectoriales.
Aldo Avalle, empresario productor de cadenas de transmisión, dialogó con Nino Fernández y Diego Mastrodicasa acerca de la situación de su sector industrial y del problema que representan los productos importados que ingresan desde China a precios viles.

¿Cómo está hoy su empresa y el sector en general?

Nos encontramos un poco pesimistas sobre las posibilidades de lograr protección frente a la avalancha de productos chinos, porque existe un problema, en el que debemos ser claros: para conseguir protección hay que demostrarle el daño a la Secretaria de Industria. Lograr esto es muy difícil, teniendo en cuenta que nosotros venimos de una devaluación que nos fue altamente beneficiosa. Consideremos que en el 2002 las importaciones bajaron un 60% y en el 2003 aumentaron el 100%, pero igual seguíamos beneficiándonos.

Es difícil demostrar que tenemos un daño, pero es fácil probar que hay amenaza de daño. Esto lo demostramos con un dólar que no se mueve, y que va a seguir así por dos años más y sabemos que mientras tanto los costos aumentan. No se puede invertir en una empresa que está en esas condiciones.

¿Cuál sería un ejemplo de esto?

Si tomo un producto clave como la cadena estrella, que nosotros fabricamos, encuentro que en China sale terminada a 0,90 centavos de dólar por kg. Aquí, el material para hacer ese producto sale 2 dólares por kilo, es decir el doble. Pero el mismo producto si lo traigo de Japón sale más o menos 5 dólares y entre 7 u 8 dólares en EEUU. Por lo tanto, con estos datos sería más que suficiente la demostración de daño, porque la empresa anda bien pero lo que existe es la amenaza.


De todas formas...¿Usted puede colocar su producto en el mercado interno?

Por supuesto, eso se debe a la experiencia que uno tiene; pero en realidad
hay una tendencia a caer cada vez más, porque las importaciones siguen
aumentando. En el 2002 entraron 3 millones de dólares, en el 2003, 6 millones; 8 millones seiscientos en 2004 y 10 millones en 2005.


¿Cómo se explica la diferencia de los costos entre la producción local y la china? ¿Hay grandes diferencias de calidad?

Le doy un ejemplo concreto: si una persona común quiere comprar un destornillador, compra uno chino, porque con el uso que le va a dar le conviene. Pero si yo soy
un profesional y necesito un mejor destornillador me va a salir 5 veces más. El resultado es que cada 1.000 destornilladores que se venden, 700 provienen de China.


¿Algo similar pasa con las cadenas de transmisión que usted produce?

Pasa algo parecido, ya que la cadena de transmisión sigue siendo exigida por
la calidad, entonces sigo vendiendo bien porque los que me conocen saben
que la cadena china no rinde lo mismo que la nacional, entonces me compran a mí. Pero mientras yo hago marketing, los chinos avanzan en forma gigantesca, porque vienen con un precio excesivamente subsidiado, al punto que el producto terminado sale más barato que la materia prima.


¿Cuál es su reclamo en la Secretaría de Industria?

Lo que yo pido es que si de China se traen productos terminados a menor costo que el valor de la materia prima, entonces se cobren derechos de importación similares a los de otros países como podrían ser Japón o EE.UU. Acá parecería ser que existe una connivencia de los precios, porque tan baratos no se pueden comprar los productos.


Hace una semanas estuvo en nuestro programa estuvo Aldo Karagozian, presidente de la fundación Pro Tejer, vinculada a la industria textil, que también se ve afectado por los productos chinos. Y él propone la implementación de cupos...

Es una herramienta. Antes de la devaluación la Argentina necesitaba entre 5 y 6 millones de dólares por año para abastecer el mercado interno, pero al 2000 llegamos muy pocos porque todos se habían fundido. Entonces la Argentina necesitaba entre 5 y 6 millones para autoabastecerse. Yo pregunto: ¿por qué no limitarse a un cupo de importaciones de 6 millones?

Seguramente desde la Secretaría de Industria se está especulando que con una economía que crece tanto, el ingreso de mercadería extranjera a esos precios está poniendo un techo a los precios locales. O sea que está ayudando a la política antiinflacionaria.

Sí, es correcto, yo estoy de acuerdo con esas políticas si son sanas. Pero no se puede aceptar que un producto de nivel internacional que tiene el costo de la materia prima en dólar, se venda como producto terminado al precio de esa materia prima. Acá no existe la transparencia, entonces para mi es ahí donde esta el mayor problema y donde hay que trabajar.


¿Cómo sigue la historia con la protección y con la Secretaría de Industria?

Creo que hay que animarse a invertir y a endeudarse, y diría que hasta no necesitamos financiación externa, porque podemos reinvertir. Pero si no hay un acompañamiento del Gobierno no se puede hacer. Nosotros trabajamos con toda la gente en blanco y tendría que estar todo en condiciones para poder invertir, pero es difícil cuando no se tiene seguridad en lo que pueda llegar a ocurrir.


¿Pero qué le dicen?

En la Secretaría me han sugerido que como soy uno de los pocos sobrevivientes la ayuda que puedo recibir es mínima. Dicen: su empresa es chica, quedó solo, nosotros no podemos perturbar una relación como la que tenemos con China, que está importando millones de dólares en porotos, harina y aceite de soja.

Es un juego de compensaciones, China compra una cantidad en forma creciente y nosotros tenemos que abrirles las puertas a los productos que ellos imponen. El problema es que la mano de obra que implica la tonelada exportada de poroto de soja es varias veces es inferior a la mano de obra que utiliza la industria metalmecánica.

Mi producto prácticamente es 50% mano de obra, es por eso que al generar tanto valor agregado sea sensible comercializarlo con ellos.


Hay algunos sectores en la industria manufacturera a los que este gobierno está protegiendo, ya sea por cupos, aumentos de aranceles, como por ejemplo la gente de la industria de proveedores del calzado, que están protegidos y esta semana anunciaron que por eso van a hacer inversiones. O sea que a algunos sectores se los está protegiendo.

Eso es porque la industria del calzado abarca aproximadamente 150 mil
personas, en textil también. Pero nosotros no. Recién ahora en el sector de la cadena está apareciendo gente que quiere fabricar el producto y si lo sumamos a nuestra lucha para trabajar en conjunto, podemos hacer algo. Si logramos un compromiso parecido al que lograron la industria del calzado y textil, o alguna pauta, nosotros podemos llegar a invertir más y esto es algo bueno en el sentido de que cuantos más competidores tenemos, mejor estamos.


En definitiva el déficit de ustedes pasa por el poder del lobby…

Sí, es así, si me dijeran claramente cómo son las cosas sería más fácil, pero no lo hacen y de esa manera uno tiene que seguir peleando.


¿Usted está exportando?

No, porque tengo un principio, las empresas como la mía tenemos que tratar
de sustituir importaciones y en eso estamos.


Pero cuando se achica el negocio de la sustitución de importaciones o de la venta al mercado interno, ¿no le parece una buena alternativa?

Hay nichos de importación posibles, pero en realidad mientras crece el país como está creciendo, nosotros no estamos teniendo una dificultad, lo que nosotros queremos es invertir en el producto porque el país crece.


¿Cómo ve la situación para el año próximo?

Nosotros tenemos pensado alejarnos de la competencia china e india y para eso estamos invirtiendo en desarrollar nuevos productos que no compitan con esos mercados. Trabajamos con un ingeniero y un técnico para desviarnos de esa línea, es decir innovando en tecnología.


¿Qué van a hacer en materia laboral y salarial?

Si las cosas van bien y la gente se adapta bien, está previsto tomar personal
para el próximo año. En materia de sueldos, el problema es que hace tres
años no aumentamos los precios y los costos se han multiplicado por dos, eso
refleja lo mucho que ganábamos hace 2 años atrás y como se va achicando
nuestro margen en forma vertiginosa. En este momento estamos por arriba:
dimos todos los aumentos que dispuso el gobierno y hemos hecho una
recategorización con los obreros, se han aumentado todas las categorías.


La ministra de Economía Felisa Miceli dijo que los empresarios están ganando mucha plata ¿Que opinión tiene al respecto?

Que tiene razón, no aumentamos los precios pero aumentan los costos. La avalancha de dinero que se ganó en la devaluación, ahora se está devolviendo, se está redistribuyendo mejor la riqueza.

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